martes, julio 12, 2005

¿Una colita mi señor?


... ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!…

… con un esfuerzo que parece sobre humano, pero que no lo es, saca el brazo de debajo de las calientes mantas de la cama y alcanza el despertador, oprime a tientas todos los botones hasta que encuentra el “off” de la alarma...

... son las 6 de la mañana, apenas puede abrir los ojos, pero ya esta sentado al borde de la cama, no sabe exactamente que hacer... aun esta dormido, busca sus gafas por instinto, las encuentra donde sabe que las dejo la noche anterior... en el mueble junto a la cama, a un lado del despertador; de hecho, siempre que las encuentra, se alegra de no golpearlas cada mañana que desesperadamente intenta callar esos beeps del reloj-despertador.

Siempre se sorprende, todos los días de la semana, se despierta minutos antes de que suene el despertador, vuelve a dormir esperando que esos minutos pasen y suenen los malditos beeps.

Después de ponerse las gafas y cambiar de realidad – tiene miopía en un ojo y astigmatismo en el otro – toma el control remoto de la TV y casi al mismo tiempo de encenderla, acciona el interruptor de la luz en la habitación - hace todo esto para no dudar y volverse a recostar esperando pasen solo 5 minutos mas para entrar a la regadera –.

Aun así duda... ve que pasan en la tele a esa hora – una hora mas temprano que de costumbre –, sabe que debe bañarse y estar listo en una hora exacta, hacer una pequeña maleta con una muda de ropa y tener lista su PC portátil.

No desayuna pero lo logra, se encuentra en el lobby del hotel – en donde vive hace casi dos meses – con su compañero de trabajo (un argentinoitaliano), con el cual viajara a la segunda ciudad en importancia del país donde trabaja; salen hacia el aeropuerto, ahí se encontraran con un tercer compañero (un francoitalosuizo)... el llega tarde, la tarde anterior se lastimo una pierna jugando fútbol y por poco no llega.

Después de un vuelo sin contratiempos, en 45 minutos llegan a la dicha segunda ciudad a las 9:30 de la mañana, después de registrarse en el hotel designado, buscaron a las personas con las cuales se reunirían para el trabajo que realizarían. Dicho encuentro se retraso y se perdió media mañana esperándolos.

El lesionado de la pierna no puede acompañarlos por el dolor que tiene, se queda en el hotel y los otros dos se fueron a hacer un recorrido por las afueras de la ciudad para revisar los trabajos realizados.

Después de un largo día en donde se encontraron con caminos cerrados y demás obstáculos, un amigo que vive en la ciudad, los invito a cenar a su casa con su familia, así que pasaron por el francoitalosuizo al hotel y se van a cenar.


La casa del amigo era espectacular (por sus dimensiones), independientemente del estilo arquitectónico; la velada fue extraordinaria, platicando y tomando vino; esperando que llegara su hijo mayor, el cual estudia en el extranjero y vino para pasar unos días con su gran familia.

Después de la cena y de la sobremesa, decidieron retirarse para dormir en el hotel.

Sin embargo, el lesionado tenia ganas de irse de fiesta, aun con la pierna lastimada quería ir a algún lugar donde pasar un rato de insano entretenimiento.

Obviamente el no estaba cansado ya que solo descanso en el hotel, los otros dos y el amigo, estabas reventados después de un día largo de trabajo, sumado las 4 o 5 botellas de vino que entre los 4 consumieron y a la tardía cena que degustaron por la espera del hijo prodigo.

Afortunadamente para la mayoría, pero extrañamente para una ciudad segunda en importancia de cualquier país, no encontraron lugar abierto a donde ir (es miércoles), así que se decidió sanamente ir al hotel para dormir y partir al día siguiente al medio día.

Al llegar al hotel, los tres acuerdan ir al bar a tomarse el famoso cóctel de bienvenida – son mas de las dos de la mañana – , el lesionado y el compañero piden una piña colada, el pide vodka con jugo de naranja... las bebidas que les traen son una porquería, así que de común acuerdo y después de un par de tragos a sus cócteles (para asegurarse que en verdad son malísimos), se van cada uno a sus respectivas habitaciones, todos saben que no se verán sino hasta pasadas las 10 de la mañana.




... ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!, ¡beep!…

… una vez mas, el esfuerzo parece sobre humano, saca el brazo de las mantas de la cama y alcanza el despertador, oprime a tientas todos los botones (ahora tarda un poco mas, ya que este es un modelo distinto), hasta que encuentra el “off” de la alarma...

... son las 9 de la mañana, puede abrir los ojos ya que descanso un poco mas de lo habitual, al igual que en el hotel en donde vive, busca las gafas que están en el símil de este otro hotel, se alegra una vez mas de no golpearlas...

Aquí sabe que hacer, esta mas claro todo, lo pensó en la noche antes de dormir, se levantara, tomara un largo baño, preparara sus cosas para ir a desayunar y reunirse con sus compañeros para charlar sobre los pendientes y harán planes para el regreso a la oficina mas o menos a las 4 de la tarde.

Sin embargo algo pasa, se toma demasiado tiempo en la bañera, y después de no hacer caso a una llamada a su celular por parte del amigo que los invito a cenar la noche anterior, recuerda que el ya estuvo una vez, hace casi un mes o mas, en el mismo hotel, en otra etapa del trabajo pero por el mismo trabajo... entonces le viene un extraño sentimiento mezclado con ansiedad... recuerda que a las 11 a.m. se termina el desayuno y ya son casi las 10:30... ¡¡¡y sigue en el baño!!!

Sale de la bañera, se apresura a vestirse; en el proceso, le llama al celular su compañero, no el francoitalosuizo, el otro, el argentinoitaliano; le pregunta si ya esta listo para hacer la salida del hotel y para desayunar, el le dice que si pero que primero deberán ir a desayunar, ya que casi no queda tiempo.

Tranquilidad... Se ven en el restaurante del hotel, primero llega el, minutos después el argentinoitaliano y muchos minutos después, casi a las 11 a.m., el lesionado francoitalosuizo.

Desayunan sin mucha presión, pero saben que les queda un asunto pendiente y deben estar en el aeropuerto a las 12:45, son las 11:30 cuando terminan y esperan que llegue el amigo que los invito a cenar, los llevará a donde el asunto pendiente y después al aeropuerto.

Al llegar el amigo, en lugar de salir de prisa, el comienza a tratar otros asuntos con ellos; el tiempo corre y cada vez es mas tarde... los tres están preocupados por la hora.

... los minutos se consumen cada vez mas rápido, después de un rato, se ponen en marcha, pero cada vez les queda menos tiempo...

En fin, pasa lo que tanto temen, llegan a la terminal aérea pasada la una de la tarde, el vuelo fue cerrado, así que lo pierden...

Tienen que esperar una hora para el siguiente... todo normal, el procedimiento es el esperado... sin embargo, el empieza a pensar algo divertido..., les dice a sus compañeros que algo raro ha pasado en todo el viaje, primero la lesión del francoitalosuizo, segundo, en el recorrido que intentaron hacer (el y el argentinoitaliano), se toparon con cierres de camino, por lo cual no pudieron llegar a los destinos previstos, tercero, la noche anterior, no consiguieron salir de farra por que los lugares estaban cerrados y cuarto, para rematar: ¡pierden el vuelo de regreso!

En tono de broma, les dice a sus compañeros que quizás no deban subir al avión y quedarse un día mas en la ciudad, que todo ha sido una señal, un mal presentimiento... claro que ellos lo toman como broma y no le hacen caso.

Total, después de que les asignaran al vuelo próximo, y de esperar unos 30 minutos aproximadamente viendo pasar y observando detenidamente a cuanta mujer que les parece atractiva, inician el abordaje al avión.

Después de estar ya sentados, con el cinturón de seguridad abrochado y listos para que la nave (un avión de la marca AIRBUS de los 80’s en relativas buenas condiciones) inicie el recorrido de la pista... sucede algo... nuevamente una señal...

“... señores pasajeros, les habla el capitán de la nave, el despegue se retrasara debido a que nos informan que la visibilidad en la pista de aterrizaje de nuestra ciudad de destino es menor a la mínima requerida, esperaremos que mejoren las condiciones climáticas para iniciar el despegue, les rogamos paciencia, en cuanto sea posible se reiniciara el viaje, gracias por su amable atención...”

¿Una señal mas?, piensa en broma, quizás después de todo, no es tan en broma lo de no volar y esperar un día mas...

Después de unos minutos, el capitán del avión, informa que ya se tienen las mínimas condiciones climáticas para iniciar el despegue, – al fin – piensa con alivio, ya desea llegar y descansar, ya que a pesar de despertarse relativamente tarde ese día, aun tiene sueño...

Lo toma con filosofía y se prepara para el tan postergado retorno. Mira a su alrededor y ve que hacen sus compañeros (los tres se sentaron en distintos lugares del avión), nada... piensa que al igual que el, están cansados y trataran de dormir un poco durante el vuelo, así que mejor cambia su atención hacia una mujer que le parece lo suficiente atractiva para observarla por unos instantes... mientras la analiza y trata de imaginar que es a lo que se dedica, inicia el despegue; deja de verla y mira por la ventanilla, tiene la costumbre de contar mentalmente los segundos que le toma al avión despegar, es un poco maniaco compulsivo (al menos el lo cree así), sabe que no debe de tomarle mas de 20 segundos lograrlo en promedio.

... 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25... (el llegar a los 25 segundos lo inquieta un poco)... 26, 27, 28, 29... piensa que por muy Aeropuerto Internacional, no es lo suficientemente grande y por lo tanto se preocupa de la longitud de la pista... pero justo antes de llegar a los 30 segundos, el enorme armatoste de AIRBUS, despega... siente un alivio que le incomoda tener, sabe que la tecnología de los aviones y la experiencia de los pilotos es al menos equiparable a la de cualquier otro país... pero la sensación le queda...

... después de unos minutos, se desactiva la señal de abrochar los cinturones de seguridad...

Mira por la ventanilla y busca los volcanes que tanto identifican a la zona, se da cuenta que no se ve nada debido a la gran cantidad de nubes... decide no mirar mas y se dispone a dormir. Sabe que el vuelo es corto, 45 minutos en total incluido despegue y aterrizaje, pero aun así lo intenta porque sabe que esta lo suficientemente cansado como para dormitar al menos 20 minutos.

Con los ojos cerrados escucha lo que sucede alrededor de el, los motores del avión, las platicas de unos gringos que están de vacaciones, el carrito de la comida que avanza por el pasillo y la voz de las sobrecargos (azafatas o aeromozas), ofreciendo un bocadillo... no han pasado ni 25 minutos del despegue cuando se comienza a sentir turbulencias – son normales, piensa – cuando el avión cruza por un banco de nubes...

Escucha como casi al llegar a su asiento, el carrito de la comida, retrocede haciendo ruidos que provoca el aumento de turbulencia en el avión.
Escucha el sonido que indica que se activo la señal de abrocharse el cinturón de seguridad, el sigue con los ojos cerrados y piensa que ya deben de estar descendiendo y por eso las nubes de la ciudad provocan la turbulencia... sin embargo se inquieta un poco, porque es la primera vez que siente tanto movimiento involuntario del avión...

De repente le llega como escalofrió todos los comentarios que de broma les dijo a sus compañero, sobre el presentimiento de que deberían quedarse y tomar el vuelo del siguiente día...

... yyyy si no era tan broma el presentimiento, yyyy si esas sensaciones eran reales, – mientras tanto el avión se agita mas y mas, brinca y parece ser movido bruscamente de un lado a otro por una mano infantil invisible y enorme – , será posible que todo el sarcasmo que tenían sus comentarios se hicieran reales, y si el avión tenia verdaderos problemas para aterrizar, y si la tecnología de los aviones y habilidad de los pilotos no se comparaba con ningún otro país, ya que al final no dejaba de ser un país del tercer mundo con todas las carencias económicas y de tecnología...

... sin embargo y con todo el nerviosismo que sentía por la incertidumbre del avión y del proceso de aterrizaje (miro por la ventanilla y no vio mas que nubosidad), se dijo una vez mas y en tono de sarcasmo - en que otro tono se le podía decir - : HOY ES UN BUEN DIA PARA MORIR.

Aun nervioso, se calmo un poco y trato de “disfrutar” o al menos de sentir como reaccionaba su cuerpo a esa nueva sensación... y de pensar, el siempre piensa incluso en momentos como ese...

Ya se imaginaba la reacción de las personas que el cree que se preocupan por el, se imaginaba titulares de periódicos en muchos países, pensaba en el resto de los pasajeros y en sus familias que no conocía, en sus compañeros de trabajo y de la gente que creía conocerlo...

De repente y sin aviso previo... escucho algo que lo sacudió por completo, algo que no esperaba escuchar y que lo sorprendió estando absorto en sus múltiples y rápidos pensamientos...

...¿DESEA UNA COLITA MI SEÑOR?...

¡¡¡¿¿¿Queeeeeeeeeé???!!!

Una voz femenina y agradable pregunto: ¿quiere una colita?

Inmediatamente le vino a la mente una sensación de absurdo, quien en medio de una posible catástrofe aeronáutica se le ocurre ofrecer una COLITA – aunque la propuesta sonaba tentadora y mas de la voz de una mujer –; los pensamientos fueron rápidos, casi lo que dura un parpadeo... “no estaría mal una colita en este momento, después de todo estando a punto de morir, tener una mujer y morir así...”, pero de repente recordó que en ese país los refrescos, sodas o gaseosas le llaman COLITA, luego entonces no le ofrecían una mujer (o colita como el relaciono los conceptos), si no mas bien le ofrecían una bebida gaseosa de sabor (independientemente que sea de cola o de otro sabor); entonces reacciono y abrió los ojos... miro extrañado a su alrededor y vio que la todo estaba bien, la turbulencia había cesado y el servicio de bocadillos y bebidas reiniciaba de nuevo...

Se sintió desconcertado, miro de nuevo alrededor para asegurase... la simpática mujer le pregunto de nuevo un poco impaciente si se le ofrecía una colita, el le dijo: no, gracias.

La mujer siguió su camino por el pasillo ofreciendo colitas y otras bebidas, además de un bocadillo.

Miro por la ventanilla y noto que ya estaban en proceso de aterrizaje...

Se sintió como un tonto pero aliviado, todo había sido producto de un sueño, todo lo que paso lo magnifico por estar dormido (o dormitando), las turbulencias si fueron mas fuertes de lo que antes había experimentado, pero fueron muy cortas, todo fue un sueño.

Pocos minutos después, aterrizaron sin mayores contratiempos, por supuesto no comento nada de lo que el creyó que paso, se limito a decirles a sus compañeros que le pareció un poco fuerte la turbulencia en el avión. Ellos asintieron con desgano y dijeron que no lo notaron mucho porque estaban dormidos...

En la terminal terrestre se tomo una colita mientras esperaban al taxi que los llevaría a las oficinas.

Aun no deja de reírse un poco cada vez que le ofrecen una colita y contesta que si, pero que también le traigan una Coca-Cola.


... el punto es seguir aprendiendo...