jueves, septiembre 07, 2006

Las Leyes de Murphy (001)


¿Nunca ha sonado el teléfono de tu casa en el preciso instante en que te sentabas en el excusado?

¿Tampoco ha aparecido el autobús que llevabas horas esperando justo cuando te haz encendido un cigarrillo?

¿Nunca ha llovido a cántaros, precisamente el día que habías llevado el coche a lavar, ni ha dejado de llover nada más compraste un paraguas?

Es posible que te dieras cuenta en ese momento de que se estaba tramando algo, que existía un principio universal más allá de tu comprensión y que estabas muerto de rabia por que le pusieran un nombre.

También, es posible que tu desearas recurrir a la Ley de Murphy, el Principio de Peter o la Ley de la Gravitación Selectiva, si es que habías oído hablar de ellas, sólo para darte cuenta de que se te había olvidado el nombre exacto.

Aquí tengo un pequeño compendio de referencias, que parten del juicio y de la sabiduría de nuestros tecnólogos, burócratas, humanistas y observadores antisociales más deliciosamente dementes. Lo han elaborado y nos lo presentan con la finalidad de proporcionarnos un ligero "alivio kármico".

A lo largo de la historia, los eruditos y los sabios nos han divertido con las leyes del Universo, las estructuras sutiles aunque inmutables que rigen el orden cósmico.

Hemos recibido las Leyes Morales de los religiosos; las Leyes del Karma de los místicos; Las Leyes de la Lógica de los racionalistas y las Leyes de la Estética de los artistas.

Ahora es el turno de los tecnólogos y de agudizar nuestro oído colectivo.

continuará...

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