Estoy sentado aquí, cumpliendo mi papel...
nadie sospecha que en cualquier momento puedo huir...
a un lugar mejor, sin moverme de aquí...
basta bajar esa escalera hasta el fondo de mi...
Y aun estoy aquí, pero algo no es igual...
Y aun estoy aquí, pero algo no es igual...
el aire se transforma en algo parecido al mar...
y en esa densidad, yo soy parte del mar...
yo soy la ola, soy el agua, el pez y la sal.
Siempre vuelvo a mí...
Siempre vuelvo a mí...
el río busca el mar...
cuando no estás aquí...
puede ser que al final, del cambio de estación...
yo te busque en el mar...
Eres como al noche, callada y constelada
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo
Me gustas cuando callas... porque estas como ausente...
Distante y dolorosa... como si hubieras muerto
Una palabra entonces, una sonrisa basta
Y estoy alegre... alegre de que no sea cierto.
Para algunos sabios de la antigüedad el Monocordio era el instrumento de Dios, quien tensaba o destensaba su única cuerda para armonizar al Universo, volverlo agudo o grave, o cambiarlo de tono...
... Así es como equilibra el universo.
Felices trazos.
1 comentario:
Hola...te invito a que visites mi blog, compartimos ese gusto por expresar nuestras ideas y dejarlas al viento.¿nos comprenden? Quizá no.
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